sábado, 15 de agosto de 2015

¡RITALÍN PARA TODOS!

Wooooow! Que interesante artículo!. ¡Ay!, quisiera decir muchas cosas porque yo me considero adulto con déficit de atención que yo misma me provoqué. Es horrible tener déficit de atención.  Tratas de concentrarte de mantener el foco en algo pero la velocidad del pensamiento ufff! Cansa.

En los niños, entre que no se pueden concentrar y las relativas pocas cosas que tienen en qué ocuparse pues entonces comienzan con algo en la cocina, a tomar los adornos de la casa, a jalar el papel tapiz (hay ya demostré mi edad, no he visto papel tapiz en años), y el aburrimiento llega al instante y los constantes no hagas eso, eso tampoco, eso menos, ni se te ocurra, ya te dije que no. Aaaay!!! toma tu pastillita de RITALIN... como bien dice el artículo la pastillita del estate quieto.

En el siglo pasado las mamás y las abuelas podían quedarse en casa a cuidar de los niños.  Todo el día estaban haciendo algo:  pelando elotes, limpiando frijoles, pelando nueces, moliendo granos, surciendo calcetines, tejiendo, bordando, telares. ¡Ay!,  disculpenme pero el sindrome de hiperactividad simplemente se transfirió a los hijos jajaja.

Bueno mi punto es que siempre había convivencia, los niños y niñas con las manos se ponian a armar las madejas del bordado, a limpiar frijoles, a moler granos a darle de comer a las gallinas, a los caballos, cepillar el caballo, ensillarlo, etc.  El ser humano siempre ha estado ocupado con actividades físicas.

Conforme más "comodidades" hemos creado como la licuadora, leche embotellada, comida en lata, luz eléctrica, gas, agua corriente, iayyyy! bueno de todo; pues menos actividad física hacemos y menos tiempo pasamos juntos.

Ahora cada quien trabaja fuera de casa, papas divorciados o separados, escuelas lejos y clases de mil cosas por las tardes. Comidas enlatadas o cocinas económicas o pedir comida a domicilio. 

Me encantó el artículo de este señor Freud moderno, porque puntualiza la falta de atención pero de los padres. Yo no los apuntaría como malos padres. Pero creo que también los padres hoy día tampoco saben pasar tiempo con los hijos, estar pero estar cuendo estén.

Hoy día, tener hijos a la gente les estorba o les afecta mucho, por ejemplo: cómo su vida cambia terriblemente y ya no pueden ir a fiestas, o viajes con los amigos, el dinero se va en pañales, niñeras, comida especial. 

Creo que el problema no son los padres, definitivamente el niño tampoco es el problema; es la modernidad.  El barullo y ruido de las ciudades te mantienen alterado y alerta. ¿A poco no se  descanza cuando nos salimos de la ciudad y visitamos una cabaña o ciudad mas pequeña o pueblo o playa?.

Creo que todos todos tenemos deficit de atención. Creo que a todos el RITALÍN nos caería de perlas o el valium. Solo que, los adultos nos distraemos con el trabajo o con nuestra habilidad de producir o crear. Podemos resolver por medio de trabajar más, ganar dinero, capacidad de pagar cosas: un sistema de recompensas de adultos.

Pero los niños son el eslabón más débil;  porque dependen del adulto. Dependen quien les de de comer, quien los lleve a la escuela, quien les compre ropa, quien les diga que tiene que hacer la siguiente hora. ¡Haaaa! pero eso si, llevan a los niños al fasttrack, a la estimulación temprana, al gymboree, a todas estas cosas que les altera el sistema nervioso.  Me pregunto para qué tanta estipulación?  si una vez estimulados no pueden ir al parwue solos por la inseguridad,  ya no se pueden ir solos a la tienda, a la escuela, a donde se les inche; como a nosotros se nos inchó. Están en cautiverio todo el tiempo, entonces a mi también que me drogen.

Darles independencia a los niños como por ejemplo: haz lo que gustes, ¡huuuuuy!, no porque se hacen vandalos. No es verdad.  Darles libertad, es dejar la correa más suelta; a eso me refiero.

Bueno pues libertad de elección de hacer lo que ellos quieran dentro de lo permitido. Papás menos temerosos. 

Y aquí sí culpo a los gobiernos; porque  la inseguridad es terrible. Yo recuerdo que de peque me mandaban a los bolillos. Estaba a 4 cuadras de mi casa. Recuerdo como disfrutaba ir sola, me sentía bien, independiente. Le robaba el cambio a mi máma y me compraba un negrito. La verdad que creo que mi mamá me daba el dinero justo para que me alcanzara para el negrito. Llevaba llave de mi casa, habría la puerta y gritaba ¡ya llegué!, igual que mi papá y mi mamá cuando llegaban a la casa. Yo apenas tenia 7 años.

Por las tardes mi mamá se juntaba con las vecinas a tejer y cada una tenía a su monigote de sirviente particular; armando bolas de estambre, sirviendole más bebida que ponía muy felices a todas. No sé por qué todas preferían que yo les sirviera, Jajaj ahora se que eran bebidas con brandy o Ron y que yo tenía el codo medio flojo, ¡Jajaja! ¡Borrachas!. ¡Jajajaj!.

Ya cuando nos llegaba la hartés y nos daba el deficit de atención, nos dejaban salir a jugar.  Todos los meseritos corriamos a la cochera o a la calle; el baldío era el lugar perfecto para jugar ¡jajajaj!.

Conclusión, el déficit de atención no es una enfermedad es un síntoma.  Es como decir que la delincuencia en un país es el problema. ¡Nooooooo Señores!, la delincuencia es el síntoma de un país en problemas.

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